La medicina nuclear es una especialidad médica que utiliza materiales radiactivos para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades. Esta técnica permite obtener imágenes precisas del cuerpo humano y de su funcionamiento interno a nivel molecular.
La medicina nuclear se basa en la administración de pequeñas cantidades de sustancias radiactivas llamadas radiofármacos. Estos se inyectan, se inhalan o se ingieren, y emiten radiación que puede ser detectada por un equipo especializado llamado gammacámara.
Uno de los usos más comunes de la medicina nuclear es en el diagnóstico de enfermedades cardíacas. La gammagrafía de perfusión miocárdica se utiliza para evaluar la circulación sanguínea en el corazón y detectar obstrucciones o problemas en las arterias coronarias.
También se utiliza la medicina nuclear para la detección temprana de cáncer. La tomografía por emisión de positrones (PET) es una técnica que se utiliza para visualizar la actividad metabólica de las células cancerosas. El PET permite identificar tumores en sus etapas iniciales, lo que puede mejorar significativamente las posibilidades de curación.
Otro uso de la medicina nuclear es en el tratamiento de enfermedades tiroideas. La terapia con yodo radiactivo se utiliza para destruir células tiroideas que no funcionan correctamente. Esta técnica es especialmente efectiva en el tratamiento del cáncer de tiroides.
Aunque la medicina nuclear utiliza materiales radiactivos, los riesgos para el paciente son mínimos. Los radiofármacos se administran en dosis muy pequeñas, y la radiación emitida se descompone rápidamente en el cuerpo. Además, los equipos utilizados para la detección de radiación son muy seguros y están diseñados para limitar la exposición del paciente.
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